Cómo saber si tus várices necesitan tratamiento médico
- drdigitalweb
- hace 4 días
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¿Qué son las várices?

Las várices son venas dilatadas, retorcidas y visibles bajo la piel, generalmente en las piernas. Ocurren cuando las válvulas venosas —que ayudan a que la sangre suba de regreso al corazón— se debilitan o dañan, provocando que la sangre se acumule y las venas se dilaten. Según la Sociedad Internacional de Flebología (UIP), afectan hasta el 25-30% de los adultos en todo el mundo y son más frecuentes en mujeres, personas con sobrepeso o trabajos que implican estar mucho tiempo de pie o sentado.
Causas y factores de riesgo
Las várices se deben a una insuficiencia venosa crónica (IVC), es decir, un mal funcionamiento del retorno venoso. Los principales factores que las favorecen son:
Heredabilidad: antecedentes familiares de várices o debilidad de la pared venosa.
Sexo femenino: las hormonas femeninas relajan las paredes venosas.
Embarazo: aumento de volumen sanguíneo y presión abdominal.
Edad: con el tiempo las venas pierden elasticidad.
Obesidad o sobrepeso.
Sedentarismo.
Trabajos prolongados de pie o sentado.
Uso prolongado de anticonceptivos hormonales o terapia hormonal.
Síntomas de insuficiencia venosa
Aunque al inicio las várices pueden ser solo un problema estético, con el tiempo pueden generar síntomas que afectan la calidad de vida.
Síntomas iniciales:
Pesadez o cansancio en las piernas.
Dolor tipo ardor, calambres o pulsaciones.
Hinchazón en tobillos o pies.
Comezón o sensación de calor en las piernas.
Empeoran al final del día o tras estar mucho tiempo de pie.
Síntomas avanzados:
Cambios de color en la piel (oscurecimiento o manchas).
Endurecimiento de la piel (lipodermatoesclerosis).
Úlceras venosas (heridas que no cicatrizan, especialmente cerca del tobillo).
Tromboflebitis superficial (inflamación dolorosa de una vena varicosa).
Si presentas dolor persistente, hinchazón progresiva, cambios en la piel o úlceras, debes acudir a un especialista en angiología o cirugía vascular.
Cómo saber si tus várices necesitan tratamiento médico

No todas las várices requieren cirugía, pero sí deben evaluarse médicamente para determinar su causa y gravedad. Según las guías de la Sociedad Europea de Cirugía Vascular (ESVS, 2022) y la American Venous Forum, hay señales claras de alarma que indican necesidad de tratamiento:
Dolor o pesadez que limita tus actividades diarias.
Edema o hinchazón persistente, especialmente al final del día.
Cambios en la piel (color, engrosamiento, picazón crónica).
Úlceras venosas activas o cicatrizadas.
Tromboflebitis repetida.
Sangrado espontáneo de una vena varicosa.
Evidencia de reflujo venoso en estudios de ultrasonido Doppler.
En estos casos, el tratamiento no solo mejora el aspecto estético, sino que previene complicaciones como trombosis o úlceras crónicas.
Diagnóstico: evaluación médica y Doppler venoso
El diagnóstico de insuficiencia venosa se confirma con:
Historia clínica y examen físico.
Ultrasonido Doppler venoso: mide el flujo sanguíneo, localiza reflujo y detecta trombos.
Clasificación CEAP (Clínica, Etiología, Anatomía, Patofisiología), usada internacionalmente para determinar la severidad:
C1: Telangiectasias (“arañitas”).
C2: Várices visibles.
C3: Edema.
C4: Cambios en la piel.
C5-C6: Úlceras venosas.
Tratamientos disponibles
El tratamiento depende del grado de insuficiencia venosa y del impacto funcional o estético.
1. Tratamiento conservador
Medias de compresión graduada (15-30 mmHg): mejoran el retorno venoso y reducen síntomas.
Ejercicio regular y elevar las piernas varias veces al día.
Evitar estar de pie o sentado por periodos largos.
Control del peso y alimentación saludable.
Medicamentos flebotónicos (diosmina, hesperidina, dobesilato cálcico): alivian síntomas leves, según revisiones de Cochrane y la European Venous Forum.
2. Tratamiento mínimamente invasivo
Escleroterapia: se inyecta una sustancia (líquida o espuma) que cierra la vena afectada.
Ablación endovenosa con láser o radiofrecuencia: técnica ambulatoria que destruye la vena varicosa sin cirugía abierta.
Cianoacrilato (pegamento médico): método nuevo y efectivo sin necesidad de calor ni anestesia.
3. Cirugía tradicional
Flebectomía ambulatoria o safenectomía (extracción de la vena dañada), reservada para casos extensos o con reflujo importante.
La elección depende del mapeo Doppler y del criterio del especialista.
Prevención y autocuidado
Mantén un peso saludable.
Realiza actividad física diaria (caminar, nadar, bicicleta).
Evitar ropa muy ajustada o tacones altos por tiempo prolongado.
No permanezcas más de 1 hora sin moverte.
Durante viajes largos, mueve las piernas o usa medias de compresión.
Duerme con las piernas ligeramente elevadas.
Cuándo acudir al médico
Debes consultar a un especialista en angiología o cirugía vascular si presentas:
Dolor, hinchazón o calambres frecuentes.
Cambios de color en la piel de las piernas.
Venas endurecidas o enrojecidas.
Úlceras o heridas que no cicatrizan.
Sangrado o inflamación de una vena varicosa.
Conclusión
Las várices no son solo un problema estético: pueden indicar una enfermedad venosa crónica que, si no se trata a tiempo, puede provocar úlceras o trombosis. El diagnóstico temprano mediante ultrasonido Doppler y el tratamiento adecuado —ya sea conservador o mínimamente invasivo— permiten mejorar la circulación, prevenir complicaciones y recuperar la salud y estética de las piernas.
Atenderse pronto aumenta las posibilidades de éxito y reduce el riesgo de daño irreversible en las venas.






